El arte del videojuego



Bien, comencemos con lo primero... tenemos que definir ¿qué es arte? ni siquiera expertos en la materia consiguen ponerse de acuerdo en una definición universal. Lo que es seguro es que el arte conduce opiniones y sentimientos, es vehículo de la transgresión, sirve para expresar los sentimientos, para la denuncia social, para mostrar la belleza, la fealdad, el absurdo, transmite ideas o valores, es inherente a cualquier cultura humana... hay miles de actitudes que emanan de lo que comúnmente se conoce como arte.
El arte puede definirse en definitiva como cualquier forma de expresión humana, aunque esta es una definición talvez demasiado amplia ya que todo terminaría siendo arte. hay también quien cree que arte es aquello que llega para romper con los entandares tradicionales, algo único, pero vamos a tomar como referencia las consideradas “bellas artes” que son las siguientes:

El primero es la arquitectura.
El segundo es la danza.
El tercero es la escultura.
El cuarto es la música.
El quinto es la pintura.
El sexto es la literatura.
El séptimo es la cinematografía.
El octavo es la fotografía.
El noveno es la historieta.

En primer lugar, un video juego puede ser visto como una combinación de distintas disciplinas artísticas:

Del arte de la escritura tienen el argumento, o los diálogos. Ciertas sagas (como los Final Fantasy o los Metal Gear Solid) no serían lo que son sin sus argumentos. De hecho el argumento es uno de los pilares fundamentales de los video juegos, hecho que mucha gente ignora, pero incluso Hollywood, en su decadente estado actual, comenzó a beber de argumentos plateados en video juegos o directamente creo películas de los mismos (ejemplo de esto son residen Evil o Prince of Persia), aunque los resultados dejan mucho que desear puesto que no son buenas películas.


Del arte de la pintura o de la fotografía tienen los propios bocetos y diseños, tanto personajes o escenarios, se podría ampliar a los gráficos, dentro de los que incluso podríamos mencionar arquitectura. Un videojuego artístico en este sentido podría ser Shadow of the Colossus, con el gran diseño arquitectónico de los enormes colosos.

Del arte de la música, una gran banda sonora, ampliándolo a efectos de sonido, son vitales para al ambientación de un buen videojuego. Todo el sonido de Uematsu en sus obras son excelentes, concretamente One Wiged Angel, que es especialmente memorable.


Del arte del cine, simplemente el aspecto cinematográfico que tienen hoy en día los juegos es vital, una buena cámara, un buen movimiento de esta, un buen desarrollo, unos buenos efectos, tomas… todo es esencial. En Uncharted se ve este aspecto de maravilla.

Soy conciente de que todas estas características por si solas no convierten al video juego en un arte, sino mas bien un mejunje de todas ellas, pero los videos juegos van un paso más allá. Y acá viene lo interesante, que es que entre los argumentos que defienden que los videojuegos no son un arte, suele hablarse de la interactividad.

Muchos aseguran que el arte es una creación fija e inalterable con la que el artista atrapa al que lo contempla intentando transmitirle algo. El observador es un elemento pasivo en el arte, mientras que los video juegos exigen un comportamiento activo. Esto se ve reflejado en las declaraciones recientes de Roger Ebert, quien ha declarado una vez más que los video juegos no son arte. “Quizá sea un insensato al decir ‘nunca’, porque nunca es mucho, mucho tiempo. Déjame decir sólo que ningún jugador vivirá lo suficiente para experimentar el medio como una forma de arte. Una diferencia obvia entre los juegos y el arte es que puedes ganar en un juego…””…Una historia, una novela, un baile, una película. En todas esas cosas no podes ganar; simplemente podes experimentarlas”, y cerro sus ya de por si duras declaraciones con “Nadie dentro o fuera de este mundo ha sido capaz de citar un juego digno de ser comparado con los grandes poetas, directores de cine o novelistas”. Para quien no lo sepa,
Ebert fue el primer crítico de cine en ganar un premio Pulitzer, popularizó el modelo de recomendación de películas basado en pulgares hacia arriba o hacia abajo y sus co
lumnas pueden leerse en más de 200 periódicos de los Estados Unidos.

Pero todo arte tiene sus reglas, y cada vez que surge una nueva expresión artística esta marca las suyas de forma inédita.

Hace un tiempo nació una nueva forma de entretenimiento. Fue repudiada, criticada y humillada por las artes establecidas. A pesar de la incomprensión que sufrió en sus inicios, el tesón, el talento y el tiempo dieron la razón a los que defendían los valores artísticos de esta nueva manifestación. Estoy hablando de finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Aquel arte incomprendido, era el cine.

¿Los videojuegos utilizan reglas que nos permiten ganar o perder? Por supuesto, son reglas nuevas e inéditas hasta ahora. Los video juegos son un arte nuevo que está buscando su lenguaje y que tiene como premisa la interacción del jugador, con la obra en cuestión. No es una limitación, por el contrario, supone todo un mundo de posibilidades por descubrir.



Acá es donde los videojuegos van más allá, hasta ahora todas las formas de expresión intentaban hacer “prisionero” al receptor de lo que el autor quiere expresar. En la literatura, por ejemplo, no hay libertad para navegar por el mundo del autor, ni mucho menos para cambiar el curso de la historia de una narración. Gracias a la interactividad es posible introducir algo tan increíble como que el usuario se planté la moralidad de sus propias acciones. La posibilidad de jugar con los sentimientos y las decisiones del receptor para que tome consciencia de las consecuencias de sus propios actos. La interactividad permite no sólo ilustrar mucho mejor una postura, sino experimentar con ella y retorcerla a voluntad para explorar de verdad su contenido.

Considero que a medida que pase el tiempo, las nuevas generaciones, nacidas con pleno entendimiento de esta nueva forma de expresarse, sabrán explotar las infinitas posibilidades que permite el construir un universo virtual. Siempre habrá una parte de entretenimiento y ocio, siempre quedarán FIFAs, PES y juegos que buscan sólo entretener y desafiar tu habilidad, al igual que en el cine siempre habrá Terminators y Junglas de Cristal, y en la literatura crepúsculos y lunas nuevas, porque muchos desean también ese tipo de cosas. Pero pensar que los videojuegos es sólo eso es un error que el tiempo se encargará de enmendar. Deben de producirse ciertos cambios, la tecnología debe avanzar en diferentes campos y, sobretodo, hay que tener un mayor amor propio por el propio contenido de los videojuegos.

Hoy en día sólo se saca pecho ante los éxitos económicos, pero hay que empezar a plantearse ya la validez de la interactividad y la virtualidad como herramientas extremadamente valiosas para expresar, emocionar, enriquecer y culturizar a las personas.

Hace un tiempo Hideo Kojima, uno de los diseñadores de videojuegos más famoso y reputado principalmente gracias a sus Metal Gear, dijo: “...el arte es algo que radia del artista, la persona que crea la pieza de arte. Si pasan 100 personas y una sola de ellas es cautivada por lo que la pieza irradia, eso es arte. Pero los videojuegos no intentan capturar a una persona. Un videojuego debe asegurarse de que las 100 personas que jueguen disfruten del servicio que provee el juego. Es como un servicio. No es arte. Pero supongo que la forma de proporcionar este servicio con el videojuego es desde un punto de vista artístico, una forma de arte.” “El arte es lo que encontramos en los museos, ya sea una pintura o una escultura. Lo que yo hago, lo que los creadores de videojuegos están haciendo, es dirigir el museo”.

La crítica que se le establece kojima no es valida, ya que tanto un film o una canción intentan cautivar a la mayor cantidad de gente, y sin embargo, son considerado como un arte.

En definitiva los videojuegos ya han tomado los museos y las universidades. Son, al igual que el cine, una manifestación artística multidisciplinar (que aglutina diseño, programación, arquitectura, música, dibujo, guión, etc). Son considerados un bien cultural y son reconocidos, por poner un par de ejemplos, por los premios de la academia inglesa de las artes cinematográficas o por el estado francés.

Conclusión:


Los videojuegos, como las películas, son susceptibles de convertirse en obras de arte, el problema es que en demasiadas ocasiones, los creadores omiten el arte por completo y se centran en vender, (exactamente como en otros artes).pero el caso es que al final, los que dan la razón somos los propios consumidores, y deberíamos premiar aquello que consideramos que está bien hecho, que está cuidado, que nos divierte, que nos emociona... o simplemente... premiar el arte.

2 comentarios:

  1. Gracias a esto aprobé comunicación oral y escrita :B

    ResponderEliminar
  2. Buen recorrido y bien plasmado lo que es la esencia del arte de los videojuegos

    ResponderEliminar